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El papel del juego en la terapia ABA

Desarrollar habilidades sociales y emocionales es un componente esencial para llevar una vida independiente y con éxito. Las personas dependen de estas habilidades cada día para desenvolverse en distintas situaciones, ya sea en su vida profesional o personal.

Para los niños, el desarrollo de estas habilidades requiere tiempo y práctica. Los niños con trastorno del espectro autista (TEA) se enfrentan a retos únicos en lo que se refiere al desarrollo social y emocional, lo que requiere un enfoque diferente del aprendizaje.

El análisis conductual aplicado, o terapia ABA, se considera el tratamiento de referencia para los niños autistas. Mediante estrategias basadas en pruebas científicas, los terapeutas ayudan a los niños con autismo a desarrollar las habilidades sociales, comunicativas y de la vida diaria con las que suelen tener dificultades.

Hay muchas técnicas diferentes que los terapeutas utilizan a este respecto, pero el juego suele ser el centro de todo. Esto se debe a que el juego es algo que resuena en los niños, les proporciona un modelo visual que pueden seguir y les mantiene implicados en el aprendizaje.

A continuación, hablaremos del papel del juego en la terapia ABA para el desarrollo social y emocional.

Índice

¿Cómo impulsa la terapia ABA el desarrollo social y emocional?

La terapia ABA es excelente para mejorar las capacidades de desarrollo social y emocional de los niños autistas. Su enfoque principal consiste en descomponer las tareas e interacciones más complicadas y complejas en pasos sencillos.

Al hacerlo, los terapeutas abordan la enseñanza de nuevas habilidades y modificaciones de comportamiento de manera mucho más manejable para sus pacientes. Utilizando estrategias como Formación en ensayos discretos (DTT) y el Entrenamiento en Entornos Naturales (NET), los terapeutas pueden adaptar el tratamiento a los puntos fuertes, los retos y las preferencias de cada individuo.

A medida que los niños aprenden con éxito las nuevas habilidades que se les enseñan, los terapeutas utilizan el refuerzo positivo para recompensarles por lo que han hecho. La recompensa puede ser un elogio adicional o tiempo con un juguete que les guste, cualquier cosa que motive al niño a seguir mostrando un comportamiento positivo y a querer aprender más.

¿Por qué es tan beneficioso el juego?

El juego es un aspecto crucial de la terapia ABA por el simple hecho de que el juego es un aspecto crucial del desarrollo en la infancia en general. El juego tiene una serie de beneficios, desde permitir a los niños explorar el mundo que les rodea hasta proporcionar un marco de aprendizaje que es natural.

El juego permite a los niños relacionarse con sus compañeros, durante el cual practicarán algunas habilidades sociales como la comunicación, el trabajo en equipo, compartir y respetar turnos.

La investigación ha demostrado que el juego es la base del crecimiento social, físico, emocional y cognitivo. Por eso, muchos programas y terapias para la primera infancia se basan en el juego o lo integran de forma significativa en el plan.

De hecho, hoy en día el juego se proporciona a los niños en un entorno estructurado de muchas maneras para garantizar que estén expuestos a situaciones que les permitan observar y practicar esas habilidades.

¿Cómo integra el juego la terapia ABA?

Es posible que los niños con autismo no tengan las mismas oportunidades de desarrollar las habilidades esenciales debido a los retos a los que se enfrentan. Dado que muchos niños experimentan déficits de comunicación e interacción social, es posible que eviten los encuentros con compañeros o que sus padres no los pongan en esas situaciones.

Sin embargo, la terapia ABA puede ayudarles a desarrollar estas habilidades integrando el juego en el plan de tratamiento. Hay tres tipos principales de juego en los que se basa la terapia ABA para ayudar a los niños con autismo.

El primero se conoce como juego estructurado. Consiste en utilizar actividades o juguetes específicos para desarrollar habilidades concretas. El terapeuta puede utilizar un juguete que le guste mucho al niño, por ejemplo, para enseñarle a pedir cosas, respetar turnos o seguir instrucciones.

El segundo tipo se denomina juego naturalista. Incorpora distintas oportunidades de aprender a las actividades lúdicas diarias del niño. El terapeuta deja que el niño dirija las actividades en función de sus intereses, lo que permite crear un entorno de aprendizaje más natural.

De este modo, el niño aprenderá nuevas habilidades de forma divertida y espontánea. Aunque el niño dirigirá las actividades de esta estrategia, el terapeuta tiene muchas oportunidades de centrarse en habilidades específicas.

El tercer tipo se denomina juego social. El objetivo es potenciar las habilidades sociales, como participar en actividades de grupo, cooperar y compartir.

La ventaja de este tipo de juego es que ayuda a desarrollar habilidades esenciales para interactuar con los demás y entablar amistades y relaciones significativas.

Blue Gems ABA incorpora el juego a todos los planes de tratamiento

El juego es un aspecto esencial de la terapia ABA, ya que es una forma extremadamente eficaz de enseñar nuevas habilidades y ayudar a los niños con autismo a desarrollar habilidades sociales y emocionales cruciales. Por eso está integrado en todos los planes de tratamiento que creamos para los pacientes en Blue Gems ABA.

Nuestro equipo de BCBA tiene experiencia en saber cómo personalizar el plan de tratamiento según los puntos fuertes, los retos, las preferencias y la personalidad de cada niño, para que puedan aprender mejor las nuevas habilidades.

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