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¿A los niños autistas les gusta que les persigan?

El juego es un aspecto importante de la vida de un niño pequeño. Ayuda a los niños pequeños a entender el mundo que les rodea, a establecer relaciones e interactuar con otros niños, y a hacer ejercicio físico y gastar energía. Jugar a pillarse y perseguirse es una actividad habitual con la que disfrutan muchos niños pequeños.

Sin embargo, los niños que padecen un trastorno del espectro autista (TEA) pueden tener problemas de interacción social y comunicación que afectan a su capacidad para jugar de la misma manera que sus compañeros neurotípicos.

Aunque pueden disfrutar con juegos como la persecución, también es posible que no les gusten e intenten evitarlos por completo. Los niños autistas procesan la información y experimentan el mundo que les rodea de forma muy diferente a la de sus compañeros, lo que puede influir en lo que les gusta hacer y en las actividades que realizan.

A continuación, analizaremos algunas de las razones por las que a los niños autistas les puede gustar o no que les persigan.

Índice

¿Por qué a un niño autista no le gusta que le persigan?

Muchos niños con TEA experimentan sensibilidades sensoriales. Esto puede significar que tengan aversión a determinados estímulos sensoriales -como sonidos fuertes, determinadas texturas o tactos y olores intensos- o que busquen esos estímulos.

Es posible que a los niños que tienen aversión a algunos estímulos sensoriales no les guste que les persigan. El acto de perseguir o ser perseguido es una actividad llena de estímulos sensoriales y presenta múltiples estímulos que los niños no experimentan habitualmente en su vida cotidiana.

Puede que no les gusten los toques inesperados o repentinos, que suelen acompañar a los juegos de persecución. También pueden ser sensibles a sonidos fuertes, repentinos y desconocidos, como gritos y golpes de pies contra el suelo.

Por lo tanto, ser perseguido puede hacer que un niño autista se sienta ansioso, estresado y/o abrumado.

¿Por qué a un niño autista le puede gustar que le persigan?

Por otro lado, a algunos niños pequeños con autismo les encanta que les persigan. Si, por ejemplo, buscan estímulos sensoriales, ser perseguidos puede ser una excelente fuente de ellos.

La sensación de pisar fuerte, los rápidos movimientos de desplazamiento y todos los sonidos que acompañan a la persecución pueden ser cosas que atraigan al niño. Si estos elementos coinciden con sus preferencias sensoriales, es probable que disfrute de un juego de persecución.

Es importante que prestes atención a tu hijo mientras realiza cualquier actividad para que puedas identificar si puede gustarle o no. Es posible que los niños con autismo no puedan expresar con palabras cómo se sienten exactamente como sus compañeros neurotípicos, por lo que pueden emitir otras señales a través de sus comportamientos.

¿Es bueno Chase para los niños autistas?

Perseguir puede parecer un juego sencillo, pero es muy valioso para todos los niños pequeños. Puede enseñar a los niños a respetar turnos e interactuar con otros niños, al tiempo que fomenta las habilidades motoras, el equilibrio y la coordinación mano-ojo.

Los juegos de persecución pueden desarrollar habilidades físicas como la conciencia espacial y la coordinación, además de habilidades emocionales como la comunicación y la interacción con los demás. La persecución también ayuda a los niños a aprender a gestionar mejor sus emociones, ya que hay altibajos relacionados con el hecho de ser "atrapado" o de "atrapar" a otra persona.

Ésta es una de las principales razones por las que se fomentan los juegos de persecución para niños pequeños autistas. Al mismo tiempo, nunca es buena idea imponer algo a un niño autista si tiene una fuerte aversión a ello.

Dicho esto, algunas de las formas de animarles a participar en juegos de persecución consisten en incorporar cosas que sepas que les encantan. Por ejemplo, si les gustan los coches, puedes integrar coches de juguete en el juego de persecución, en el que todos sostengan un coche de juguete mientras corren y se persiguen unos a otros para que puedan fingir que conducen un coche.

Incluir en el juego objetos que sabes que le gustan al niño puede hacer que le resulte más familiar y menos intimidatorio.

También es importante recordar que, aunque a tu hijo le guste que le persigan, las cosas pueden cambiar rápidamente. Así que presta atención a los signos de agobio o cansancio y asegúrate de que haya descansos adecuados para que se reponga si es necesario.

Blue Gems ABA utiliza el juego como parte del apoyo a los niños con TEA

El juego es un aspecto vital para el aprendizaje y el crecimiento de los niños pequeños. Los juegos de persecución suelen ser una parte importante de estos juegos, aunque a algunos niños con autismo puede que no les guste que les persigan, mientras que a otros sí.

En Blue Gems ABAintegramos el juego en todas nuestras sesiones de tratamiento con niños con TEA. Administramos análisis conductual aplicado (o terapia ABA) de forma individualizada con nuestros pacientes, ayudándoles a desarrollar habilidades y a modificar ciertos comportamientos perjudiciales.

Seguimos muchas estrategias diferentes que se basan en los principios de la terapia ABA, utilizando el aprendizaje basado en el juego como una forma de comprometerse con los niños en el espectro autista para que podamos ayudarles mejor a crecer.

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