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¿Son lo mismo el autismo y el síndrome de Down?

Hoy en día se sabe mucho más sobre el autismo que hace 10 años, pero sigue habiendo mucha confusión sobre este trastorno del desarrollo. Es posible que algunas personas no entiendan del todo qué causa el trastorno del espectro autista, cuáles son los signos y síntomas comunes y en qué se parece y en qué se diferencia de otros trastornos del desarrollo como el síndrome de Down.

Aunque algunas de las características del autismo y del síndrome de Down pueden coincidir e incluso darse en el mismo individuo, también son muy diferentes entre sí y tienen causas muy distintas.

A continuación analizaremos en qué se diferencian el autismo y el síndrome de Down.

Índice

Causas profundas

El autismo y el síndrome de Down son muy diferentes desde el punto de vista fundamental, es decir, de sus causas.

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo. Aparece con mayor frecuencia durante las primeras etapas de la infancia y puede identificarse a través de diversos indicios y midiendo el desarrollo del niño con respecto a hitos estándar.

El síndrome de Down, por el contrario, es una afección cromosómica. Aparece durante las primeras fases del desarrollo fetal, cuando las células se están dividiendo.

Se produce cuando las células se dividen de forma anormal, creando una tercera copia de la 21st cromosoma. Cuando esto ocurre, se producen anomalías físicas y neurológicas.

A diferencia del autismo, el síndrome de Down puede detectarse mediante un análisis de sangre que se realiza a la madre embarazada y que muestra el riesgo estimado de que el feto lo padezca. Tras el nacimiento, puede confirmarse mediante análisis de sangre y exámenes físicos del bebé.

Signos y síntomas del autismo

En la mayoría de los casos, los niños autistas tienen un aspecto "normal". En otras palabras, sus características físicas no se ven afectadas por su condición de desarrollo.

Donde se notan las diferencias es a través de sus desarrollos y comportamientos típicos, que suelen ir por detrás de los de sus compañeros.

Algunos de los signos y síntomas comunes del autismo Por ejemplo, evitar el contacto visual, no responder a su nombre antes de los 9 meses, carecer de expresiones faciales, no hacer gestos con las manos o hacerlos muy pocos antes del primer año y enfrentarse a otras dificultades relacionadas con la socialización, la comunicación y la realización de las habilidades de la vida diaria.

Características del síndrome de Down

Además de los problemas de desarrollo, los rasgos físicos de las personas con síndrome de Down se ven afectados por su enfermedad.

Algunas de las características físicas comunes incluyen rasgos aplanados en la cara, orejas pequeñas, ojos que se inclinan hacia arriba y tienen forma de almendra, pies y manos más pequeños, articulaciones flojas y/o poco tono en los músculos, menor estatura que sus compañeros y cuello acortado.

Estas anomalías físicas se deben a que el síndrome de Down es un trastorno genético. Además, las personas con síndrome de Down pueden sufrir dificultades de aprendizaje, retrasos en el desarrollo y discapacidad intelectual, aunque existen distintos grados de gravedad.

También pueden sufrir afecciones cardiacas y gastrointestinales a lo largo de su vida.

En qué se parecen

Existen algunas similitudes entre el síndrome de Down y el autismo. Una común es cómo afectan a la comunicación.

Las personas con autismo o síndrome de Down tienen dificultades para comunicarse. Pueden tener problemas para establecer y mantener el contacto visual, especialmente durante una conversación con otra persona, y para mantener conversaciones recíprocas.

También existen algunas similitudes en los comportamientos. Cada afección puede llevar a que las personas tengan intereses restringidos, se sientan ansiosas si no se adhieren a una rutina bastante estricta, participen en juegos repetitivos, experimenten sensibilidades sensoriales y más.

En qué se diferencian

También hay muchas diferencias entre el síndrome de Down y el autismo.

Las personas con síndrome de Down, por ejemplo, pueden tener dificultades para comunicarse adecuadamente, pero suelen disfrutar socializando y son amables. A algunas personas con TEA puede no gustarles nada socializar.

En parte, esto podría deberse al hecho de que las personas con síndrome de Down suelen desarrollar sus habilidades lingüísticas como los niños neurotípicos. En comparación, los niños con autismo suelen experimentar retrasos en el desarrollo de estas habilidades comunicativas.

Los niños con espectro autista pueden despreciar a sus compañeros y preferir jugar en paralelo a ellos, en vez de con ellos. Los niños con síndrome de Down suelen disfrutar jugando con sus compañeros e incluso intentan imitarlos.

Blue Gems ABA diagnostica y trata a niños con autismo

Aunque el autismo y el síndrome de Down tienen algunas similitudes, existen muchas diferencias que los convierten en trastornos distintos y únicos. Por ello, se diagnostican y tratan de formas muy distintas.

En Blue Gems ABAContamos con un equipo de terapeutas experimentados y autorizados que se especializan en la administración del análisis conductual aplicado, o terapia ABA, un tratamiento basado en la ciencia probada que ayuda a los niños con autismo a desarrollar las habilidades de comunicación, sociales y de la vida diaria con las que a menudo se enfrentan a desafíos.

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