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Enseñar a los niños a identificar sus propias necesidades sensoriales

Todas las personas procesan los sentidos de forma diferente y, en consecuencia, tienen necesidades sensoriales distintas. Los que padecen un trastorno del espectro autista (TEA) suelen tener necesidades más acentuadas en este sentido, debido a su hipersensibilidad o hiposensibilidad a determinados estímulos.

A medida que los niños con autismo navegan por su mundo, pueden sentirse fácilmente abrumados o ansiosos en algunas situaciones debido a sus sensibilidades sensoriales. Por ejemplo, es posible que quieran evitar los ruidos fuertes, los olores intensos, las luces brillantes y determinadas texturas, o que busquen esos estímulos sensoriales.

Uno de los principales objetivos del análisis conductual aplicado, o terapia ABA, es ayudar a los niños del espectro autista con sus necesidades sensoriales. Los terapeutas identifican las necesidades sensoriales de cada paciente y les proporcionan herramientas, estrategias y mecanismos de afrontamiento para satisfacerlas.

Con el tiempo, sin embargo, es importante ayudar a los pacientes a generalizar estas habilidades, para que puedan ayudarse a sí mismos cuando los terapeutas no estén cerca. En este artículo hablaremos de cómo enseñar a los niños a identificar sus propias necesidades sensoriales.

Índice

Enseñar los sentidos

Entender las necesidades sensoriales empieza por entender los propios sentidos.

Mucha gente está familiarizada con los cinco sentidos (tacto, gusto, oído, vista y olfato), pero en realidad hay otros tres que también son importantes. Son el vestibular, que se ocupa del movimiento y el equilibrio; la interocepción, que se ocupa de las sensaciones dentro del cuerpo; y la propiocepción, la conciencia general del propio cuerpo.

Los terapeutas de ABA pueden enseñar qué es cada uno de estos sentidos y cómo funcionan de forma similar a como enseñan nuevas habilidades y comportamientos.

Conectar los sentidos con los sentimientos

Una vez adquiridos los conocimientos básicos sobre los sentidos, es importante relacionar cada uno de ellos con los sentimientos y las emociones. Se expondrá a los niños a distintos estímulos sensoriales y se les enseñará a identificar cómo les hacen sentir.

De este modo, los niños aprenderán no sólo cómo funcionan los sentidos en general, sino también cómo reaccionan ante estímulos sensoriales concretos. Esta información será la base para satisfacer las necesidades sensoriales.

Los terapeutas ABA pueden observar cómo reacciona el niño a los distintos estímulos para registrar sus propias conclusiones. También mantendrán conversaciones con los niños -y sus familias- sobre sus experiencias y cómo se sienten.

A partir de estos datos, el terapeuta ABA puede crear un perfil sensorial para cada niño, que será esencialmente un esquema de cuáles son sus necesidades.

El siguiente paso es desarrollar estrategias de autorregulación. Esto puede incluir herramientas útiles como juguetes inquietantes o auriculares con cancelación de ruido, por ejemplo, o también puede incluir la creación de un entorno sensorial en el hogar donde el niño pueda escapar si se siente abrumado.

Gran parte de esto será ensayo-error, por supuesto, aunque el terapeuta ABA estará capacitado para conocer algunas formas eficaces de satisfacer las necesidades sensoriales basadas en pruebas científicas. Con el tiempo, los terapeutas seguirán estas estrategias y utilizarán estas herramientas para ayudar a los niños a afrontar sus emociones y satisfacer sus necesidades sensoriales.

Tipo sensorial Descripción Posibles reacciones (hiper/hipo) Estrategias de apoyo
Toque Contacto físico y texturas Evita ciertos tejidos O anhela una presión profunda Mantas con peso, juguetes inquietantes
Sonido Audición/sonoridad Se tapa los oídos O busca el ruido Auriculares con cancelación de ruido, zonas tranquilas
Vestibular Equilibrio y movimiento Se marea con facilidad O busca dar vueltas/saltar Columpios, tablas de equilibrio
Interocepción Sensaciones corporales internas Dificultad para identificar el hambre/dolor Apoyos visuales, conciencia guiada
Propiocepción Conciencia corporal Torpe O en constante movimiento Trabajo pesado, descansos corporales

Desarrollar estrategias de autorregulación

El objetivo último de todos los objetivos de la terapia ABA es que el paciente logre la generalización. Esto significa que ha dominado la habilidad o el comportamiento hasta el punto de poder mostrarlo en diferentes entornos, en diferentes situaciones y por sí mismo.

Hay muchas maneras de hacerlo, y el mejor camino a seguir dependerá de cada niño. Dicho esto, hay algunas formas comunes en las que la terapia ABA puede ayudar a los niños a identificar y satisfacer sus propias necesidades sensoriales.

Una es establecer un lugar donde se puedan encontrar artículos sensoriales en caso necesario. Esta caja de herramientas, por así decirlo, puede incluir cosas como juguetes inquietos, aromas que les gusten o mantas con peso.

Los niños sabrán en todo momento dónde se encuentran estos objetos y podrán servirse de ellos cuando lo necesiten. A medida que van desarrollando las habilidades necesarias para hacerlo por sí mismos, los terapeutas pueden ayudarles a defenderse pidiéndoles ayuda a los adultos cuando la necesiten, o incluso simplemente comunicándoles que se sienten desbordados para que el adulto les consiga el apoyo que necesitan.

Además, los terapeutas ABA pueden enseñar a los niños mecanismos de afrontamiento en caso de que esta caja de herramientas no esté disponible. Por ejemplo, pueden practicar técnicas de respiración profunda o escaparse a un lugar tranquilo.

Blue Gems ABA ayuda a los niños con TEA a vivir de forma independiente

Todos los niños tienen necesidades sensoriales de una forma u otra, pero los niños con espectro autista suelen tener necesidades más pronunciadas en este sentido. Por eso es tan importante ayudar a los niños a identificar sus propias necesidades sensoriales y enseñarles a apoyarse a sí mismos a lo largo del tiempo.

En Blue Gems ABANuestro equipo de terapeutas experimentados sigue los principios de la terapia ABA para ayudar a los niños con autismo a desarrollar las habilidades sociales, comunicativas y de la vida diaria con las que suelen tener dificultades. De este modo, les ayudamos a vivir de forma tan independiente como sea posible.

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