Creación de aulas sensoriales para niños con autismo: Enfoques ABA
El análisis conductual aplicado (terapia ABA) adopta un enfoque muy práctico e individualizado para ayudar a los niños con trastorno del espectro autista (TEA). Los terapeutas elaboran planes de tratamiento que se centran específicamente en los puntos fuertes y los retos específicos de cada paciente, lo que contribuye a que los resultados del tratamiento sean más eficaces.
La terapia ABA puede ayudar a los niños con autismo a superar todo tipo de retos comunes a los que se enfrentan, ya sean dificultades de comunicación o de interacción social, reducción de conductas negativas y/o perjudiciales, o hipersensibilidad e hiposensibilidad a determinados estímulos.
Uno de los principales objetivos de la terapia ABA es ayudar a los niños con TEA a vivir de la forma más independiente posible. La transición a un aula de educación formal tradicional es un gran hito para muchos de estos niños.
Los niños con autismo que pueden asistir a la escuela siguen necesitando apoyo y atención adicionales, aunque empiecen a abandonar gradualmente la terapia intensiva ABA. Un gran reto al que pueden enfrentarse son todos los estímulos sensoriales diferentes que están presentes en un aula tradicional.
He aquí algunas formas de crear aulas adaptadas a las necesidades sensoriales de los niños con autismo.
Índice
Crear espacios diferentes
Una clase tradicional suele estar llena de estímulos sensoriales. Hay ruidos fuertes de niños corriendo y jugando; olores nuevos, como tiza y comida; luces brillantes en lo alto y que entran por las ventanas; y mucho más.
A veces puede ser tanto que incluso los niños neurotípicos sufren una sobrecarga sensorial. Los niños con autismo pueden sentirse abrumados fácilmente en una situación así, sobre todo cuando son nuevos en el entorno.
Separar un aula en varios espacios diferentes puede contribuir a la inclusión de todos los niños. Algunos espacios pueden ser tranquilos para leer o jugar con juguetes, mientras que otros se dedican a actividades más ruidosas.
También es buena idea ofrecer múltiples opciones de asiento a los niños. Pueden variar en altura, como taburetes, sillas y lugares para sentarse en el suelo. También deben tener diferentes texturas y suavidad.
Ofrecer distintas opciones para este tipo de cosas puede ayudar a los niños con autismo a no agobiarse, o a gestionar sus emociones si se agobian.
Opciones de iluminación
Como ya se ha dicho, iluminación en un aula puede ser un reto para algunos niños con espectro autista. Para crear un aula respetuosa con los sentidos, la luz natural es la mejor opción.
Pero eso no siempre es posible o suficiente. Es evidente que en algún momento del día las aulas necesitarán algo de luz artificial.
En estos casos, siempre es mejor utilizar una iluminación suave y regulable. Los reguladores de intensidad son ideales para las aulas inclusivas, ya que permiten a los profesores y al personal de apoyo bajar la intensidad de la luz.
Si es posible, evita utilizar luces fluorescentes y asegúrate de que las luces no parpadean ni parpadean.
Pausas sensoriales
Los niños con autismo suelen necesitar tiempo para autorregularse, sobre todo si se sienten estresados, ansiosos o abrumados. Lo mismo ocurre con los niños neurotípicos, sobre todo los más pequeños.
Las aulas adaptadas a las necesidades sensoriales deben incluir pausas sensoriales integradas en el aula. programa diario. Hay muchas formas diferentes de hacerlo y de ofrecerlo a todos los niños, independientemente de su estado de desarrollo.
Puede incluir actividades de presión profunda, estiramientos o tiempo con otros equipos de uso sensorial. Por ejemplo, auriculares que cancelen el ruido exterior y reproduzcan música suave, juguetes inquietos, pelotas para apretar, pesas, bandas elásticas de resistencia, herramientas para masticar, rodillos de espuma y pelotas de masaje.
Estructurar el día
A los niños autistas les suele gustar la estructura, porque se sienten más cómodos cuando pueden predecir lo que va a ocurrir, cómo va a ocurrir y cuándo va a ocurrir. Los profesores y el personal de apoyo pueden ayudarles en este sentido creando rutinas estructuradas para el día.
Al establecer rutinas que los niños pueden predecir, se contribuye a mantenerlos centrados, concentrados y atentos a sus tareas, al tiempo que se reducen al mínimo las posibles perturbaciones que podría causar la imprevisibilidad.
Habrá momentos en los que habrá que ajustar la rutina, por supuesto, pero cuanto más a menudo se mantenga, mejor.
Blue Gems ABA ayuda a los niños con autismo en su transición a la escuela
Al crear aulas adaptadas a las necesidades sensoriales, los profesores, el personal de apoyo y la comunidad escolar crearán un entorno inclusivo para todos los niños. Algunas de las ideas anteriores son muy beneficiosas para los niños con autismo, y también beneficiarán a muchos otros niños que no padecen TEA.
En Blue Gems ABANuestro equipo de BCBA trabaja a diario con niños autistas, apoyándoles y ayudándoles a desarrollar las habilidades con las que suelen tener dificultades. También ayudamos en la transición al entorno escolar, proporcionando apoyo, asesoramiento y estructura al niño.
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