El juego de simulación y el autismo: ¿Por qué los niños con autismo tienen dificultades con el juego de simulación o la imitación?
Los niños se adentran en mundos mágicos, mezclando la imaginación con la realidad en lo que se denomina juego de simulación. Es realmente un placer ver a los niños divertirse explorando y representando diferentes escenarios de esta manera, pero el juego de simulación es también un componente crucial del crecimiento cognitivo.
El juego de simulación ayuda a formar los cimientos de la mente de los niños. Les ayuda a aprender, a interactuar con los demás y a experimentar al mismo tiempo.
Sin embargo, los niños que padecen un trastorno del espectro autista (TEA) pueden tener dificultades con los juegos de simulación. Ayudar a los niños con autismo a desarrollar sus habilidades y su confianza en este ámbito es esencial, ya que les permitirá tener mejores interacciones a medida que crecen.
A continuación, explicaremos por qué los niños autistas tienen dificultades para simular juegos y cómo pueden abordarse mediante el análisis conductual aplicado o terapia ABA.
Índice
¿Por qué a los niños autistas les cuesta simular?
Hay varias razones por las que los niños con autismo pueden tener dificultades con los juegos de simulación.
En primer lugar, suelen tener problemas con interacciones sociales. Una gran parte del juego de simulación consiste, por supuesto, en interactuar con otros niños. Esto requiere que aprendan a esperar su turno, a entender determinados papeles, a entablar una comunicación de ida y vuelta y mucho más.
Aunque esto puede parecer natural para los niños neurotípicos, no es tan fácil para los niños con autismo. No sólo eso, sino que los niños con TEA suelen tener dificultades con la comunicación no verbal, como los gestos, las expresiones faciales y las miradas, que son elementos fundamentales del juego de simulación.
En segundo lugar, muchos niños del espectro autista experimentan sensibilidades sensoriales. Pueden reaccionar negativamente a determinados estímulos sensoriales, como ruidos fuertes, olores intensos, luces brillantes o determinadas texturas.
Todo esto puede dificultar el juego de simulación, ya que están expuestos a muchos estímulos sensoriales diferentes a la vez. Esto puede hacer que se sientan abrumados y no sean capaces de participar en juegos de simulación.
Por último, muchos niños con TEA tienen patrones de pensamiento bastante literales. El juego de simulación, por su parte, requiere que los niños sean pensadores simbólicos, es decir, que utilicen acciones u objetos para representar algo que es diferente de lo que es literalmente.
Por eso, es posible que los niños con autismo no entiendan el juego de simulación, porque su mente no sabe captarlo del todo.
¿Cómo se puede enseñar a los niños con autismo el juego de simulación?
La terapia ABA, que se considera el estándar de oro de las opciones de tratamiento para niños con autismo, puede hacer maravillas para desarrollar las habilidades necesarias para el juego de simulación.
Este enfoque del aprendizaje y el comportamiento basado en la ciencia y la evidencia utiliza el refuerzo positivo y la repetición para enseñar habilidades y ayudar a los niños a modificar su comportamiento en determinadas situaciones.
En términos de juego de simulación, hay una serie de estrategias que la terapia ABA utilizará para enseñar habilidades. Esto incluye ...
- Modelado de comportamientos: Los niños autistas aprenden bien cuando pueden observar e imitar. Los terapeutas ABA les enseñarán los fundamentos del juego de simulación, y así podrán aprender.
- Pequeños pasos: Uno de los principios básicos de la terapia ABA consiste en dividir las tareas en pasos más pequeños e individuales, lo que facilita su comprensión por parte de los niños autistas. Esto puede ser tan sencillo como enseñarles a apilar bloques unos encima de otros. Más información sobre los primeros pasos de la terapia ABA
- Cuestiones visuales: Las señales visuales son una parte importante Terapia ABA. Ayudan a los niños con autismo a aprender habilidades lúdicas, ya que suelen ser aprendices visuales.
- Refuerzo positivo: A medida que los niños demuestren los comportamientos y habilidades necesarios para el juego de simulación, recibirán recompensas. Puede tratarse de tiempo extra con un juguete que les guste o incluso de elogios adicionales.
- Personalización: Otra parte fundamental de la terapia ABA consiste en personalizar el plan de tratamiento en función de los puntos fuertes y los retos de cada niño. De este modo, el terapeuta ABA puede adaptar el juego de simulación a algo que le interese al niño. Esto ayudará a motivarle para que quiera participar en la actividad.
Otro gran aspecto de terapia ABA es que integra a los padresLos cuidadores y otros miembros de la familia participan en el proceso. Esto ayuda a garantizar que las habilidades que se enseñan en las sesiones puedan trasladarse a situaciones del mundo real mucho después de que hayan terminado las sesiones.
De este modo, la terapia tendrá más éxito, que es el objetivo último del tratamiento.
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Los niños con autismo suelen tener dificultades para simular juegos, pero con el tiempo pueden adquirir las habilidades y la confianza necesarias para participar en esta actividad crucial para el desarrollo. La mejor forma de hacerlo es mediante la terapia ABA.
En Blue Gems ABAAdemás, contamos con un equipo de BCBA experimentados que adaptan los planes de tratamiento de la terapia ABA a los puntos fuertes y los retos específicos de cada paciente, ayudándoles a desarrollar las habilidades sociales, comunicativas y de la vida diaria con las que suelen tener dificultades para poder participar en juegos de simulación y muchas otras cosas.
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