,

Gestión de la agresividad con ABA

El trastorno del espectro autista (TEA) puede afectar a los niños de muy diversas maneras. Este trastorno del neurodesarrollo suele caracterizarse por déficits en la comunicación y las interacciones sociales, así como por intereses restrictivos y/o comportamientos repetitivos.

Además, los niños autistas pueden enfrentarse a otros retos, como la hipersensibilidad o hiposensibilidad a determinados estímulos. Algunos niños autistas muestran comportamientos que les hacen parecer solitarios, como la preferencia por jugar solos.

Otros, sin embargo, muestran comportamientos agresivos que pueden ser perjudiciales para ellos mismos y para los demás. Cuando se dan estos comportamientos, puede resultar bastante inquietante y preocupante para los padres, familiares y otras personas que lo presencian, ya que les preocupa el bienestar del niño y el suyo propio.

Mediante el análisis conductual aplicado, o terapia ABA, se pueden abordar estos comportamientos agresivos, enseñando a los niños nuevas habilidades para reducir los casos de estos comportamientos nocivos.

Veamos a continuación cómo la terapia ABA puede ayudar a los niños con autismo a controlar la agresividad.

Índice

¿Por qué algunos niños con autismo muestran conductas agresivas?

Es muy importante recordar que los comportamientos son una forma que tienen los niños de expresarse. Cuando los bebés lloran, por ejemplo, necesitan algo, ya sea hambre, un pañal mojado, cansancio o demasiado frío o calor.

El bebé llora porque aún no ha aprendido a comunicar adecuadamente esos sentimientos mediante palabras.

El comportamiento agresivo puede considerarse del mismo modo que el llanto de un bebé. Muchos niños autistas tienen dificultades para comunicarse, ya sea para expresar lo que sienten o para decir a otra persona que quieren o necesitan algo.

Como resultado, muestran comportamientos que a veces no son típicos de otros niños neurotípicos de su edad. La agresividad es un ejemplo de este comportamiento.

Si un niño autista muestra comportamientos agresivos, es importante entender que hay una causa subyacente. Es probable que intenten llamar la atención porque necesitan algo, quieren algo o tienen dificultades para hacer frente a la sobrecarga sensorial, por ejemplo.

¿Cómo puede ayudar la terapia ABA a controlar la agresividad?

El primer paso para controlar la agresividad es identificar y comprender cuáles son las causas profundas de los comportamientos agresivos. Los terapeutas ABA pueden aprender esto a través de observaciones y trabajando con el niño de forma individualizada.

Una vez identificada la causa raíz, el terapeuta trabajará con el niño para desarrollar sus habilidades de comunicación, de modo que disponga de un comportamiento de sustitución al que pueda recurrir cuando experimente esa causa raíz que suele desencadenar un comportamiento agresivo.

Por ejemplo, si el niño se vuelve agresivo cuando tiene hambre, el terapeuta trabajará con él para que le comunique que tiene hambre y que le gustaría comer algo.

La terapia ABA utiliza muchas técnicas diferentes para enseñar a los niños autistas nuevas habilidades y a modificar su comportamiento. Esto incluye la enseñanza de habilidades paso a paso, el uso de indicaciones que combinan elementos visuales con órdenes verbales, el refuerzo positivo y mucho más.

Siguiendo con el ejemplo anterior, el terapeuta puede poner a disposición del niño un dibujo de un plátano para que lo señale. Cuando el niño tenga hambre, se le mostrará cómo señalar la imagen del plátano y, si lo hace correctamente, se le ofrecerá un plátano para que se lo coma.

Poco a poco, el terapeuta ayuda al niño a comunicar que quiere un plátano por sí solo, sin necesidad de indicaciones. A medida que el niño va aprendiendo y dominando estas habilidades, el terapeuta utiliza el refuerzo positivo para recompensarle por mostrar con éxito un comportamiento positivo en lugar de agresivo.

¿Y si la agresividad se debe a que se siente abrumado?

La causa de la agresividad es lo que determinará cómo el terapeuta ABA ayuda al niño a modificar su comportamiento, pero el enfoque para hacerlo sigue siendo el mismo.

Algunos niños con autismo pueden mostrar agresividad cuando se sienten abrumados, estresados o si tienen una sensibilidad sensorial, como problemas con los ruidos fuertes, los olores intensos o las luces brillantes.

En estos casos, el terapeuta utilizará procesos similares a los anteriores para ayudar a los niños a gestionar sus emociones para que puedan a su vez gestionar su agresividad. Esto podría incluir conseguir un juguete sensorial que les ayude a exhibir conductas autoestimulatorias seguras y útiles, o podría incluir retirarse a un espacio tranquilo separado donde puedan relajarse y centrarse.

Esto es lo mejor de la terapia ABA. Es un plan de tratamiento extremadamente flexible y personalizable que puede aplicarse a todos los diferentes problemas a los que se enfrentan los niños con autismo.

Blue Gems ABA ayuda a los niños autistas a controlar la agresividad

Los comportamientos agresivos son más frecuentes en los niños autistas que en los niños neurotípicos. La mayoría de las veces, estos comportamientos agresivos aparecen cuando el niño tiene dificultades para comunicar sus deseos o necesidades.

En Blue Gems ABATrabajamos duro para llegar a la raíz de la agresión y otros comportamientos negativos para que los niños con TEA puedan encontrar comportamientos de sustitución que sean mucho más positivos y útiles para ellos.

Hacemos esto mediante la administración de la terapia ABA en una base de uno-a-uno. Todos nuestros planes de tratamiento de terapia ABA se adaptan específicamente a las fortalezas y desafíos únicos de cada individuo, lo que resulta en que sean más eficaces.

Para más información Contacto hoy.