¿Sonríen los bebés con autismo?
Cuando los bebés sonríen, es una de las cosas más bonitas que hacen, y suscita respuestas llenas de "oohs" y "aahs" por parte de los padres y otras personas que lo ven. Pero, ¿sabías que sonreír es también una parte importante del desarrollo del niño?
Para los bebés, sonreír es una forma de comunicación. Les ayuda a expresar lo que sienten al tiempo que establece una conexión social con las personas que les rodean.
Sonreír puede promover el necesario vínculo afectivo entre los bebés y quienes los cuidan, lo que contribuye a fomentar la sensación de seguridad del bebé y las relaciones positivas entre él y sus cuidadores.
Lo normal es que los bebés empiecen a sonreír como respuesta a lo que ocurre a su alrededor. Por ejemplo, cuando oyen una voz reconocible y reconfortante o ven una cara que les resulta familiar.
La sonrisa social se considera un hito importante para los bebés, ya que indica su capacidad para relacionarse socialmente con los demás.
Los bebés con autismo pueden experimentar muchos retrasos y dificultades en su desarrollo que los bebés neurotípicos no experimentan. Uno de esos hitos del desarrollo que puede verse afectado por su discapacidad es la sonrisa.
A continuación analizaremos cómo afecta el autismo a la sonrisa de un bebé.
Índice
¿Sonríen los bebés con autismo?
Como todo lo relacionado con los niños autistas, la respuesta rápida es: depende.
El trastorno del espectro autista abarca una amplia gama de trastornos del desarrollo y afecta a cada individuo de manera muy singular. En otras palabras, no siempre hay una respuesta definitiva de sí o no a cómo un niño puede verse afectado por el autismo.
Los bebés autistas pueden sonreír, pero cuándo y cómo lo hacen puede diferir de los individuos neurotípicos. Algunos podrían mostrar un retraso en la sonrisa, mientras que otros podrían no sonreír con tanta frecuencia como otros.
Algunos bebés con autismo pueden mostrar lo que se conoce como "sonrisas no sociales", lo que significa que sonríen sin un estímulo externo directo o ante su propia autoestimulación.
¿Qué puede afectar a la capacidad de sonreír de un bebé autista?
Hay muchos factores diferentes que pueden afectar a la capacidad de sonreír de un bebé con autismo.
Un factor común es la sensibilidad a estímulos sensoriales. Los bebés autistas pueden ser hiposensibles o hipersensibles a la luz, el sonido o el tacto, por ejemplo. Esto puede significar que, en lugar de sentir alegría y felicidad al oír un sonido familiar como la voz de su madre, se sientan abrumados o incómodos.
Como resultado, en lugar de sonreír al oír ese sonido, los bebés con autismo pueden parecer confusos, angustiados o retraídos.
Muchos niños con autismo también tienen dificultades para relacionarse e interactuar socialmente. Dado que la sonrisa es una de las principales formas de comunicación de los niños, no es de extrañar que los bebés autistas no sonrían cuando deberían hacerlo.
De este modo, a los bebés autistas puede resultarles difícil sonreír. De hecho, esta puede ser una de las primeras formas en que les cueste expresar sus emociones o comunicar sus necesidades.
La detección precoz del retraso en la sonrisa es crucial
Identificar si su hijo alcanza o no los hitos de su desarrollo es importante, ya que puede conducir a la detección precoz del autismo u otros trastornos del desarrollo. Y cuando el TEA se detecta precozmente, la intervención puede iniciarse pronto, lo que aumenta su eficacia.
Por eso la Academia Americana de Pediatría ha creado una lista completa de hitos del desarrollo a los que los padres deben prestar atención. El pediatra debe revisar estos hitos cada vez que el niño acuda a una visita de control.
La AAP dice que a los 2 meses los bebés deben calmarse cuando se les coge en brazos o se les habla, deben mirar a la cara de sus padres, deben parecer contentos cuando sus padres se les acercan y deben sonreír cuando se les habla o se les sonríe.
Si reconoces que tu hijo no sonríe de esta manera -o no está cumpliendo algunos de sus otros hitos del desarrollo- habla con su pediatra sobre los pasos que deberían darse a continuación.
Tipos de intervenciones para bebés con autismo
El análisis conductual aplicado, o terapia ABA, es uno de los tratamientos más eficaces para los niños autistas. La terapia ABA puede iniciarse a una edad muy temprana, lo que da a los niños autistas tiempo suficiente para desarrollar las habilidades sociales, comunicativas y de la vida diaria que necesitan para triunfar.
La terapia ABA está respaldada por la investigación científica y se basa en los principios del conductismo para enseñar a los niños estas habilidades, utilizando la repetición y las recompensas para animarles a mostrar los comportamientos deseados.
Por lo tanto, si su hijo no alcanza los hitos de su desarrollo, es importante que se le evalúe para detectar un TEA u otros trastornos del desarrollo, de modo que puedan iniciarse las intervenciones adecuadas lo antes posible.
Blue Gems ABA ayuda a niños con autismo
Es posible que los bebés con autismo no sonrían como lo hacen los individuos neurotípicos, ya que suelen enfrentarse a retos relacionados con la comunicación, la interacción social y los estímulos sensoriales.
Pero eso no significa que no puedan desarrollar estas habilidades con el tiempo y vivir una vida feliz y plena.
En Blue Gems ABANuestro equipo de BCBA licenciados y experimentados se compromete a trabajar con niños con TEA todos los días para ayudarles a desarrollar estas habilidades esenciales.
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