¿Pueden las personas con autismo contar chistes y entender el humor?
Un estigma que suele asociarse a las personas con trastorno del espectro autista (TEA) es que no tienen sentido del humor. O bien no entienden el humor, o simplemente no tienen gracia ni les interesan esas cosas.
Como muchos otros estigmas que rodean al autismo, éste no es cierto. Las personas con autismo pueden contar chistes y entender el humor, pero los comportamientos que muestran y la forma en que su cerebro procesa la información pueden hacer que parezca que no les interesa el humor o que no son capaces de entenderlo.
Las personas del espectro autista piensan de forma diferente a los individuos neurotípicos. Su trastorno del neurodesarrollo hace que sus cerebros procesen la información de forma diferente, lo que se manifiesta en algunas de sus formas de actuar y comunicarse.
Además, las personas con autismo suelen tener problemas de comunicación e interacción social, que son dos aspectos esenciales para contar chistes y entender el humor tal y como lo conocen los individuos neurotípicos.
Veamos más de cerca este tema a continuación y profundicemos en por qué las personas con autismo piensan de forma diferente y cómo afecta a su capacidad para contar chistes y entender el humor.
Índice
Diferencias entre el procesamiento del humor neurotípico y autista
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Individuos neurotípicos:
- Confíe en las señales no verbales, como el tono y los gestos.
- Participar en risas sociales para establecer vínculos con los demás.
- A menudo disfruta con el sarcasmo, los juegos de palabras y la ironía.
- Procese las bromas rápidamente y responda en tiempo real.
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Personas con autismo:
- Puede tener dificultades con el tono, las expresiones faciales o el sarcasmo.
- Reírse principalmente cuando algo es realmente divertido, más que por razones sociales.
- Prefiere el humor lógico, estructurado o basado en patrones.
- Puede necesitar más tiempo para procesar y responder a las bromas.
¿Cómo afecta la comunicación al humor?
La base del humor es la capacidad de comunicar. Si la persona que cuenta un chiste, por ejemplo, no es capaz de comunicar eficazmente el contenido de ese chiste a otras personas, es probable que los demás no se rían.
En esencia, que otras personas consideren que un chiste es gracioso o no depende en gran medida de cómo se "cuente" ese chiste o, en otras palabras, de cómo se comunique.
No sólo eso, sino que el humor no sólo consiste en las palabras que se pronuncian. Tono de voz es importante, especialmente en el sarcasmo. También lo son cosas como el lenguaje corporal y expresiones faciales.
Personas que han autismo suelen tener problemas de comunicaciónespecialmente con algunas de esas señales no verbales. Esto podría dificultarles la comprensión del humor del mismo modo que lo hacen los individuos neurotípicos.
Como consecuencia, es posible que las personas con TEA no se rían de las mismas cosas que sus compañeros neurotípicos y que cuenten los chistes de forma diferente. Esto puede hacer que sus compañeros piensen que no entienden el humor y/o que no saben contar chistes.
¿Cómo afecta la interacción social al humor?
Otro aspecto importante del humor y de contar chistes es la interacción social. La gente suele reírse más cuando está en compañía de otras personas, ya sea en un grupo de amigos que ríen juntos o como miembro de un público más numeroso en un espectáculo de monólogos.
Muchas personas practican lo que se conoce como "risa de interacción social". La risa en este contexto es una expresión social en sí misma. Cuando todos se ríen del mismo chiste, es una forma de relacionarse entre sí y de ser educados con la persona que cuenta el chiste, aunque no les haga mucha gracia.
UNA Estudio 2019 descubrió que los niños con autismo se ríen principalmente cuando encuentran algo realmente divertido. No suelen participar en "risas de interacción social", o al menos no tan a menudo como sus compañeros neurotípicos.
Esto, de nuevo, podría contribuir al estigma de que las personas con autismo no pueden contar chistes ni entender el humor. Por ejemplo, cuando las personas con autismo no se ríen de un chiste, los demás pueden pensar que no entienden el chiste y que están siendo groseros, sobre todo si todos los demás se están riendo.
¿Se puede "mejorar" el humor?
El sentido del humor es bastante complejo y complicado, y es muy personal para cada individuo. Lo que a una persona le hace gracia puede no hacérsela a otra, y las experiencias únicas de cada persona contribuyen a ello.
En este sentido, "humor" es un término muy subjetivo. Así que preguntarse si se puede mejorar o no es realmente un ejercicio discutible.
Dicho esto, las personas con autismo pueden sin duda desarrollar habilidades y aprender cosas nuevas que les ayuden a mejorar su comunicación y sentirse más cómodas en situaciones sociales, lo que puede ayudarles a comprender mejor el humor de las personas neurotípicas.
El análisis conductual aplicado, o terapia ABA, es el principal plan de tratamiento para las personas del espectro autista. Basado en pruebas científicas, el tratamiento ayuda a las personas con TEA a desarrollar las habilidades de comunicación e interacción social con las que suelen tener dificultades, además de modificar ciertos comportamientos que pueden ser perjudiciales.
Utilizando refuerzo positivoMediante la repetición y muchas estrategias diferentes, los terapeutas ayudan a sus pacientes a desarrollar estas habilidades a lo largo del tiempo para que puedan vivir de forma más independiente.
Principales dificultades de las personas con autismo para entender el humor
- Dificultad con las señales no verbales - Le cuesta entender el tono, las expresiones faciales y el lenguaje corporal.
- Pensamiento literal - Puede interpretar los chistes literalmente en lugar de entender el sarcasmo o la ironía.
- Retos de la interacción social - Menor participación en la risa social, lo que hace que el humor parezca menos recíproco.
- Diferencias en las preferencias de humor - Puede preferir el humor estructurado, lógico o basado en hechos al humor abstracto o espontáneo.
- Retraso en la tramitación - Los chistes con varias capas de significado pueden tardar más en entenderse.
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A pesar del estigma, las personas con autismo pueden contar chistes y entender el humor. Lo que ocurre es que no tienen el mismo humor que sus compañeros neurotípicos.
Dicho esto, las personas con autismo pueden desarrollar habilidades de interacción social y comunicación que les ayuden a comprender mejor algunas partes cruciales del humor, como el lenguaje corporal, el tono de voz y las expresiones faciales.
En Blue Gems ABATrabajamos con niños con TEA todos los días, ayudándoles a desarrollar estas habilidades y a modificar determinados comportamientos para que puedan llevar una vida feliz, sana y plena.
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