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Comorbilidades del autismo

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que suele causar déficits de comunicación e interacción social. Los niños que lo padecen también suelen tener intereses restrictivos, mostrar comportamientos repetitivos y/o tener problemas de sensibilidad sensorial.

Además de estos problemas, muchos niños autistas padecen también comorbilidades. En otras palabras, padecen varias enfermedades mentales y/o físicas concurrentes.

Algunos de estos problemas pueden afectarles durante toda su vida, como ocurre con el autismo, o pueden aparecer y desaparecer en distintas etapas de su desarrollo.

Está generalmente aceptado en la comunidad médica que la esperanza media de vida de una persona con TEA es mucho menor que la de los individuos neurotípicos. Sin embargo, es probable que esto se deba a sus comorbilidades y no al autismo en sí.

A continuación, hablaremos de algunas de las comorbilidades autistas más comunes, del reto que supone identificarlas y de lo que se puede hacer para ayudar a los niños que las padecen.

Índice

¿Cuáles son algunas de las comorbilidades más comunes del autismo?

Como ya se ha dicho, hay una serie de afecciones concurrentes que afectan a los niños autistas más que a sus compañeros neurotípicos. Algunas de ellas son de naturaleza puramente física, mientras que otras están relacionadas con la salud mental.

EpilepsiaLa epilepsia, por ejemplo, se calcula que afecta a 40% de todas las personas con autismo, frente a sólo 3% de toda la población. Asociada a convulsiones que a veces surgen de la nada, la epilepsia puede ser muy peligrosa para las personas que la padecen.

Otros estudios han demostrado que el 85% de las personas con autismo también padecen al menos una trastorno gastrointestinal. Gran parte de esto podría deberse a que los niños con autismo tienen aversión a ciertos tipos de alimentos, prefieren sólo alimentos muy procesados y no comen alimentos variados.

Problemas crónicos de sueño también afectan en un alto porcentaje a las personas con TEA. Hasta un 80% de todos los niños del espectro autista se ven afectados por un problema de sueño, como problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos, despertarse muy temprano o problemas más graves como la apnea del sueño.

Los problemas de salud mental son una gran preocupación para las personas con autismo. Las investigaciones sugieren que hasta un 85% de todos los niños autistas sufren al menos un problema psiquiátrico, con ansiedadLos más comunes son la depresión y el TDAH.

Comorbilidad Prevalencia en individuos con autismo Prevalencia en la población general Descripción
Epilepsia Hasta 40% ~3% Trastorno neurológico que provoca convulsiones imprevisibles.
Trastornos gastrointestinales 85% Varía (~20-30%) Incluye estreñimiento crónico, diarrea y síndrome del intestino irritable.
Trastornos del sueño Hasta 80% ~30-40% Los problemas incluyen dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido y apnea del sueño.
Trastornos de ansiedad ~40-50% ~7% Se caracteriza por una preocupación excesiva, miedo y nerviosismo.
Depresión ~30% ~8% Sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés y cambios de humor.
TDAH ~50% ~10% Dificultad de atención, hiperactividad e impulsividad.

 

¿Por qué es difícil identificar las comorbilidades del autismo?

Los padres y cuidadores de niños con autismo, así como sus pediatras y otros profesionales de apoyo, a menudo se enfrentan a dificultades para identificar algunas de estas comorbilidades. Una de las razones principales es el simple hecho de que estos niños no son tan capaces de reconocer sus síntomas y comunicarlos eficazmente a alguien que pueda ayudarles.

Recuerde que problemas de comunicación es un rasgo distintivo del autismo. Eso no significa que no intenten comunicar que no se sienten bien o que están experimentando algo, sino que es posible que no lo hagan o no sean capaces de hacerlo con palabras.

Cuando un niño autista experimenta algunos de los signos reveladores de un problema de salud física o mental, como malestar físico o emocional, puede empezar a comportarse de forma agresiva, irritable o desafiante. Pueden volverse agresivos, irritables y/o mostrar comportamientos desafiantes.

Es posible que empiecen a hacerse daño o que muestren otros comportamientos autoestimulantes para intentar calmarse. Todos estos son signos potenciales de que algo más podría estar mal.

Por desgracia, estos signos también pueden ser síntomas del propio autismo. Para poder distinguir entre ambos casos se necesita un ojo entrenado y alguien que tenga mucha experiencia con el niño en cuestión.

Señal de comportamiento Posible afección subyacente
Agresividad o irritabilidad frecuentes Ansiedad, TDAH o trastorno del procesamiento sensorial
Dificultad para dormir o despertarse a menudo Apnea del sueño, insomnio o síndrome de las piernas inquietas
Autolesiones (golpes, mordiscos, arañazos) Ansiedad, dolor (por ejemplo, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza) o molestias sensoriales.
Pérdida repentina de habilidades o aumento de la confusión Epilepsia (crisis no diagnosticadas) o enfermedades neuroinflamatorias
Extrema selectividad alimentaria o rechazo a comer Trastornos gastrointestinales, aversiones sensoriales o ansiedad
Movimientos o vocalizaciones excesivamente repetitivos Ansiedad, sobrecarga sensorial o comportamientos similares al TOC.

 

¿Cómo se tratan las comorbilidades del autismo?

Las comorbilidades del autismo se tratan de muchas maneras diferentes. En realidad, el plan de tratamiento específico depende de la comorbilidad.

Algunas de las comorbilidades pueden tratarse con medicación prescrita. Hay medicamentos anticonvulsivos y psiquiátricos que pueden ser útiles para los niños con epilepsia y problemas de salud mental, respectivamente.

Los trastornos del sueño pueden tratarse practicando una buena higiene del sueño -como establecer una buena rutina a la hora de acostarse y crear un entorno tranquilo para dormir- o con aparatos físicos, como una máquina CPAP para los niños con trastornos del sueño. apnea del sueño.

El patrón oro de los planes de tratamiento para el TEA en concreto es el análisis conductual aplicado, o terapia ABA. Este enfoque del aprendizaje y el comportamiento, basado en la ciencia y la evidencia, ayuda a los niños autistas a desarrollar sus habilidades sociales y de comunicación y a modificar ciertos comportamientos nocivos.

En muchos sentidos, las estrategias que siguen los terapeutas y los planes de tratamiento que administran también ayudan a tratar y apoyar muchas de las comorbilidades del autismo. Aunque la terapia ABA no puede curar estas comorbilidades -o el autismo, en realidad-, sí puede ayudar a los niños con TEA a identificar, comprender y comunicar mejor sus síntomas, a la vez que les proporciona mejores formas de gestionar los comportamientos resultantes.

Blue Gems ABA ofrece apoyo integral a niños con TEA

Las personas con TEA suelen padecer comorbilidades. Esto supone retos adicionales a los que ya afrontan debido a su autismo, y ejerce una presión adicional sobre padres, familiares, cuidadores y equipos profesionales para que hagan todo lo posible por ayudarles.

En Blue Gems ABAnos dedicamos a proporcionar apoyo integral a los niños con TEA. Nos especializamos en administrar terapia ABA a niños de forma individualizada, lo que les ayuda a llevar una vida más feliz, saludable e independiente. También trabajamos mano a mano con otros miembros del equipo de apoyo familiar y profesional de su hijo para servirles de la mejor manera posible.

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