¿Qué hacer en caso de crisis autista?
De vez en cuando, casi todos los niños sufren algún tipo de crisis. Pueden tener una rabieta cuando no consiguen algo que quieren, o cuando tienen hambre, están cansados o se sienten agobiados.
Estas crisis suelen ser más frecuentes en niños con trastorno del espectro autista (TEA). Como consecuencia de este trastorno del neurodesarrollo, los niños suelen tener déficits en las interacciones sociales y en las habilidades de comunicación, además de sensibilidad sensorial.
Todo esto puede hacer que el niño se sienta abrumado, estresado y/o ansioso. Y como muchos niños autistas tienen dificultades para identificar, procesar y comunicar sus sentimientos y emociones, todo ello puede manifestarse en forma de crisis.
Los padres de niños autistas, así como otros miembros de la familia y cuidadores, como los profesores, pueden sentirse perdidos sobre qué hacer si su hijo tiene una crisis. Éstas son algunas de las razones por las que su hijo puede tener una crisis y lo que puede hacer para apoyarle.
Índice
¿Por qué tienen crisis los niños autistas?
Como ya se ha dicho, los niños con TEA suelen tener problemas de sensibilidad, interacción social y comunicación. Por ello, pueden sentirse estresados, ansiosos y abrumados con bastante facilidad, ya que es posible que no sean capaces de procesar adecuadamente el mundo que les rodea y cómo reaccionar ante él.
Cuando los niños tienen una crisis, es su forma de expresar cómo se sienten. Puede que no sean capaces de comunicar de forma adecuada que tienen hambre o que se sienten agobiados. En lugar de decirte que les gustaría comer algo, por ejemplo, pueden montar una rabieta si no les das lo que necesitan o quieren.
En muchos casos, los niños con autismo tienen una crisis si se encuentran en una situación en la que hay una "alta demanda", como una situación social que provoca malentendidos o ansiedad social, un entorno con sobrecarga sensorial como demasiada luz o ruido, entornos impredecibles y/o nuevos o cambios en su rutina normal, situaciones llenas de emoción o tener una necesidad básica como estar cansado o hambriento.
A veces, la situación puede no parecer un gran problema para las personas neurotípicas, pero puede desencadenar fácilmente una crisis en un niño con autismo.
Disparador | Descripción | Respuesta recomendada |
---|---|---|
Sobrecarga sensorial | Demasiado ruido, luces brillantes, olores fuertes, etc. | Trasladarse a un espacio tranquilo, proporcionar herramientas sensoriales. |
Ansiedad social | Situaciones sociales agobiantes, falta de comunicación. | Reducir la demanda social, ofrecer tranquilidad. |
Cambios en la rutina | Cambios de horario inesperados, nuevos entornos. | Prepárese con antelación, utilice horarios visuales. |
Sobrecarga emocional | Emociones fuertes que no pueden procesar ni expresar. | Mantenga la calma, proporcione un espacio seguro para la regulación. |
Necesidades básicas no cubiertas | Hambre, fatiga, sed, enfermedad. | Compruebe si hay necesidades insatisfechas y atiéndalas con prontitud. |
¿Qué significa la crisis de mi hijo?
Lo más importante que deben reconocer los padres, cuidadores y otras personas que apoyan a los niños autistas es que la crisis del niño no es deliberada. Como ya se ha dicho, las crisis autistas se producen cuando el niño se siente abrumado.
Cuando están pasando por ese sentimiento, les resulta muy difícil procesar adecuadamente cómo se sienten, por qué lo sienten y las formas adecuadas de responder. Como resultado, sufren una crisis que puede manifestarse verbal o físicamente, o ambas cosas.
Los niños autistas suelen mostrar signos de alarma antes de sufrir una crisis autista. Estos signos de angustia pueden ser cualquier cosa, desde temblores y sudoración hasta pasearse de un lado a otro y hacer muchas preguntas.
Cuando los niños con TEA están a punto de sufrir una crisis, suelen tener problemas para enmascarar sus síntomas autistas. Pueden participar en más conductas autoestimulantes para intentar calmarse, pero puede no ser capaz de controlarlo.
¿Cuál es la mejor manera de ayudar a un niño que sufre una crisis?
Los padres, los cuidadores y otras personas desempeñan un papel importante en el resultado de una crisis autista. Reaccionar negativamente -enfadándose, disgustándose o mostrando frustración- solo aumenta el estrés del niño, lo que puede agravar aún más la situación.
Haz lo posible por evitar estas reacciones y no juzgues al niño. Recuerda que la crisis está fuera de su control y que solo está tratando de lidiar con sus sentimientos.
Hazles saber siempre que estás a su lado y que quieres ayudarles. Al mismo tiempo, intenta no decirles lo que tienen que hacer, no hacerles muchas preguntas ni darles mucha información mientras están sufriendo una crisis.
Muchos niños que sufren una crisis autista sólo necesitan algo de tiempo y espacio para poder recuperarse por sí mismos. Una buena cosa que puedes hacer es proporcionarles un entorno seguro, tranquilo y calmado en el que puedan hacerlo.
En casa, puedes crear un espacio al que puedan acudir cuando se sientan abrumados o tengan una crisis autista. Si estás fuera de casa, llévale a un espacio tranquilo, alejado de los demás, y proporciónale un juguete u objeto sensorial que le ayude a redirigir su energía.
También es importante comprender algunos de los desencadenantes de las crisis autistas de su hijo, para poder predecir ciertas situaciones que podrían provocar una crisis. Disponer de esta información le permitirá evitar esas situaciones siempre que sea posible o, al menos, estar preparado para ayudar a su hijo si no puede evitarlas.
Espacio seguro / Herramienta | Cómo ayuda | El mejor caso de uso |
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Habitación tranquila | Reduce el ruido y las distracciones. | En casa, en la escuela o en terapia. |
Manta lastrada | Proporciona una presión profunda para calmar. | Ayuda a la regulación sensorial. |
Auriculares con supresión de ruido | Bloquea los sonidos agobiantes. | Lugares concurridos, ambientes ruidosos. |
Juguetes Fidget | Ayuda a redirigir la energía y la concentración. | Durante crisis o episodios de ansiedad. |
Horarios visuales | Crea previsibilidad y reduce la ansiedad. | Cambios de rutina, transiciones. |
Blue Gems ABA ayuda a los niños con TEA en todos los sentidos
Los niños con TEA tienden a sufrir más crisis que sus compañeros neurotípicos. A ello contribuyen varios factores, como las dificultades que afrontan en las interacciones sociales, la comunicación y las sensibilidades sensoriales.
En Blue Gems ABAApoyamos a los niños autistas de todas las formas posibles. Aplicamos el análisis conductual, o terapia ABA, para ayudar a los niños a aprender nuevas habilidades y modificar su comportamiento.
Con el tiempo, podemos ayudar a identificar algunos de los factores desencadenantes de una crisis autista y dotar a los padres de los conocimientos, las herramientas y las estrategias que necesitan para ayudar a sus hijos de la mejor manera posible.
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