Entender el control de estímulos en ABA
El análisis conductual aplicado (terapia ABA) es un enfoque del aprendizaje y el comportamiento basado en la ciencia y la evidencia que ayuda a los niños a superar los retos a los que se enfrentan con la comunicación, las interacciones sociales, los intereses restrictivos y/o los comportamientos repetitivos. Al trabajar con niños con trastorno del espectro autista (TEA), los terapeutas ABA pueden ayudar a los pacientes a modificar determinados comportamientos para obtener mejores resultados.
Aunque la terapia ABA es un plan de tratamiento muy flexible y personalizable, hay muchos principios básicos que se aplican a todos los pacientes y a todas las situaciones. Uno de estos principios se denomina Control de Estímulos.
Siguiendo el concepto de control de estímulos, los terapeutas ABA pueden comprender mejor la relación entre determinados antecedentes (o estímulos) y los comportamientos que los niños muestran como resultado. A continuación, pueden intervenir para enseñar a los niños nuevas habilidades y modificar sus comportamientos en caso de que la respuesta a determinados estímulos resulte perjudicial o inútil para el niño.
El control de estímulos es el núcleo de la terapia ABA, ya que se utiliza esencialmente en todos los aspectos del plan de tratamiento. Profundicemos en qué es y cómo funciona.
Índice
¿Qué es el control de estímulos?
El control de estímulos no es un término relegado al mundo de la terapia ABA. De hecho, es un tipo de comportamiento que todo el mundo muestra.
En términos generales, el control de estímulos se produce cuando una respuesta se altera cuando se produce un estímulo antecedente específico1. Por ejemplo, cuando un conductor ve una señal de stop (un estímulo antecedente), pisa el freno y detiene el coche.
Sin ese estímulo previo, el conductor seguiría conduciendo. Pero, en cuanto ven esa señal de stop, mueven el pie hacia el pedal del freno.
Hay muchos otros ejemplos de comportamientos de control de estímulos en el entorno, pero todos nos son enseñados en algún momento de nuestras vidas. En otras palabras, antes incluso de aprender a conducir, nos enseñan el significado de una señal de stop. Luego, cuando empezamos a conducir, recordamos esa enseñanza y pisamos el freno cuando vemos una señal de stop.
Los terapeutas utilizan este concepto de control de estímulos para ayudar a los niños autistas a modificar determinados comportamientos. Esto se hace mediante una enseñanza sistemática en profundidad, así como mediante el refuerzo de las habilidades que se están enseñando.
Con el tiempo, los niños aprenden a identificar los distintos estímulos que se les presentan y a responder en consecuencia de forma adecuada, como les ha enseñado el terapeuta. De este modo, los niños son más capaces de mostrar comportamientos adecuados en lugar de perjudiciales o perturbadores cuando se presentan determinados estímulos.
¿Qué papel desempeña el control de estímulos en la terapia ABA?
Como ya se ha mencionado, el Control de Estímulos es el núcleo de la terapia ABA. Seguir el concepto es vital para crear un cambio a largo plazo en los comportamientos.
No sólo ayuda a los individuos a aprender nuevas habilidades y respuestas a determinados estímulos, sino que también les ayuda a generalizar estos comportamientos y habilidades en múltiples escenarios y entornos. Esto ayuda a los niños a aprender a vivir de forma más independiente y natural.
Esto es muy importante porque los niños no siempre tendrán un terapeuta ABA presente para ayudarles a guiarles en cada interacción de su vida. A través del Control de Estímulos, el terapeuta puede enseñar al niño a responder adecuadamente a situaciones que encontrará en su vida diaria, como en la escuela o en el trabajo.
El control de estímulos puede considerarse un planteamiento sostenible del cambio de conducta, ya que busca un cambio que no se produce una sola vez, sino que es una habilidad que el niño aprende y aplica a lo largo de toda su vida.
¿Cómo funciona el control de estímulos en la terapia ABA?
Hay tres pasos que los terapeutas ABA utilizan como parte del Control de Estímulos. Son...
- Formación en materia de discriminación: Este proceso enseña a los niños cómo deben responder a determinados estímulos y, al mismo tiempo, discrimina los estímulos inapropiados o irrelevantes. Los terapeutas reforzarán cuál es la respuesta correcta cuando el estímulo discriminativo está presente y retener ese refuerzo cuando otros estímulos están presentes.
- Generalización: Este proceso consiste en ayudar a los niños a demostrar en otros entornos o con otras personas los comportamientos que han aprendido en un entorno terapéutico específico. La generalización es clave para garantizar resultados a largo plazo de las nuevas habilidades o cambios de comportamiento.
- Mantenimiento: Este proceso ayudará a solidificar el cambio de comportamiento, incluso después de que se haya generalizado, y evitará la regresión. Los terapeutas ayudan a los niños a mantener las habilidades aprendidas mediante estrategias muy diversas, como el reentrenamiento periódico y el refuerzo intermitente.
Blue Gems ABA ayuda a niños con autismo
El control de estímulos es un componente clave de la terapia ABA, ya que se utiliza para ayudar a los niños a modificar su comportamiento en presencia de determinados estímulos. Sin embargo, no se limita a enseñar nuevas habilidades una sola vez, sino que también fomenta la capacidad a largo plazo de mostrar nuevas conductas útiles y generalizarlas a múltiples escenarios y con muchas personas diferentes.
En Blue Gems ABAnos dedicamos a ayudar a los niños con autismo. Lo hacemos mediante la elaboración de planes de tratamiento de terapia ABA personalizados que ayudan a los niños con TEA a desarrollar las habilidades sociales, de comunicación y de la vida diaria con las que suelen tener dificultades.
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